Basado en las 22 leyes inmutables del marketing.
Muchas compañías suelen creer que la solución a sus problemas para lograr posicionarse son las agencias publicitarias y los investigadores de mercado.
Las compañías contratan dichos servicios con el afán de derribar a sus competidores o simplemente introducirse como los primeros en una categoría de productos, o al lanzar un nuevo producto.
Las agencias publicitarias son muy buenas pero como todo negocio debe ser rentable, estas empresas desarrollan trabajos “eficaces” para ayudar a sus clientes; sin hacer un verdadero estudio de la reacción que tendrán los consumidores como consecuencia de una campaña de marketing, publicitaria, etc.
Estas empresas desean presentarles a sus clientes una estrategia atractiva “una palabra que logre posicionarse en la mente del consumidor” o una maravillosa idea, pero el error de estas empresas es no interesarse realmente por los resultados que obtendrán sus clientes ante tal estrategia. Una palabra o idea puede ser radical en marketing por un lado puede ser tan buena que sea un “boom” y haga prosperar rápidamente a una compañía, pero también puede ser tan mala o no propia (utilizada ya por otra compañía) que puede llegar hacer que la compañía lo pierda todo y que el consumidor la tilde como poco creativa e ilegal por haber plagiado una idea o palabra ya utilizada.
Como lo cita la ley de la exclusividad: “Dos compañías no pueden poseer la misma palabra en la mente de los clientes”.
La mente del cliente no puede reestructurarse; quiere decir que si los consumidores ya tienen en su mente que “toma lo bueno” pertenece a Coca-Cola no querrán escuchar lo mismo por Pepsi Cola porque la mente del cliente rechazara este tipo de estrategias.
Como bien lo dice la ley de la exclusividad “No importa cuán masivo sea un programa de marketing y cuántos millones se gasten en implementarlo si una compañía ya penetro en la mente del consumidor primero y se apropio del concepto ya nada podrá cambiarlo.