Cualquier persona podría pensar que mientras más ocultos y soterrados estén sus puntos débiles mejor.
El ser humano por lo general vive creando una imagen de sí mismo ante los demás, en el cual sus defectos, debilidades y aspectos negativos no existen. La mayoría presentamos al mundo todas nuestras cualidades, habilidades y fortalezas con mucho orgullo y por el contrario nos reservamos todo aquello de lo cual no nos sentimos orgullosos. En el mercado actual suele pasar lo mismo.
Las empresas se esfuerzan por decirle a los consumidores lo mágico y hermoso que es un producto para poder atarse en sus corazones.
Al leer la ley de la sinceridad, podemos observar como esta promueve una de las formas más efectivas de introducirse y posicionarse en la mente del consumidor. Esta relata que la mejor forma de lograr lo mencionado antes es “reconocer en primer lugar algo negativo para luego convertirlo en algo positivo”. Entonces podemos decir que en Marketing cae bien un poco de sinceridad.
Con frecuencia los mercadologos piensan que los consumidores desean escuchar de los productos únicamente cosas buenas y maravillosas, aunque estas no sean tan ciertas.
Los expertos en Marketing trabajan en diseñar slogans que suenen muy bonitos que destaquen los “maravillosos atributos” de los productos, mas sin embargo no se preocupan por ir más allá y descubrir si en realidad el consumidor está permitiendo que dichas frases entren en su mente.
Para todas las compañías sus productos son los mejores y por su puesto eso es lo que desean comunicar a los consumidores, sin preocuparse de la verdadera percepción que tienen ellos.
Según la ley de sinceridad; “la sinceridad desarma”, o sea que si las compañías reconocen algo negativo ya sea de su posición, envase del producto, nombre de este, sabor, etc. Los consumidores abrirán su mente a esas frases enfatizadas en lo malo y lo procesaran como algo muy bueno, cambiando por completo sus percepciones, todo esto gracias a la honestidad de la compañía y al valor de reconocer que no se es perfecto.
Como bien lo dice Al trout “Admita algo negativo y el prospecto le reconocerá algo positivo”.
En la mente humana toda afirmación negativa suele considerarse como verdadera, entonces las empresas de hoy deben aprovechar y sacar beneficios de lo malo.